top of page

LA FUNCIÓN DE LA DESCONFIANZA.


Estamos viviendo un momento importante en la historia, en realidad todos lo son. Ahora el conocimiento de cómo nuestra mente y de cómo nos “debemos” relacionar está siendo empleado por múltiples empresas cuyo objetivo es el incremento de ventas. Esto ha contribuido a un gran negocio y ha hecho que nos convirtamos en personas robotizadas cuyo objetivo al fin y al cabo es “vender”.

El caso es que no tiene nada de malo, ya que si algo realmente es bueno y beneficioso para uno mismo, ¿por qué no optar por conseguirlo? Aunque detrás de ese trato haya una venta.


El problema aparece cuando realmente no necesitamos algo y nos dejamos llevar por esa influencia mediática. De ahí que sea tan importante conocer cómo funciona nuestro cerebro y conocer cuáles son nuestras necesidades “reales”.


Llega un momento en el que uno tiene tanta información que el cerebro se colapsa y no consigue discernir con claridad qué es verdad, qué quiere o necesita….produciendo un bloqueo en el sistema. Como cuando el ordenador se queda colgado.


Esto es muy positivo, estamos abocados a desarrollar nuestra capacidad crítica, empezar a investigar y discernir NO qué es verdad o no, sino que nos funciona o no nos funciona.


Estoy segura que más de uno ha leído un artículo sobre los beneficios de algún producto, pongamos en este caso el “tomate”. Hemos leído sobre sus beneficios etc, sin embargo una semana o incluso unos días después aparece un artículo con un listado enorme sobre los inconvenientes que tiene. La sensación que entra es de sentirse engañado. De repente se rompe una creencia, se cuestiona y se produce una sensación de decepción que lleva a una incertidumbre.


Cuando esto pasa con todos los aspectos de la vida uno cae en una crisis. No sabe en qué creer. Intenta buscar información pero hay tanta, tan variada y contradictoria que no termina de sacar unas conclusiones.

Así que se genera una desconfianza, este estado de desconfianza es “sano” siempre y cuando se entienda. Ya que nos permite ser más críticos, nos permite ser más selectos a la hora de recibir cualquier tipo de información.

Por desgracia hay personas que no entienden este estado como necesario en el proceso de formación y maduración de la estructura mental, por lo que deciden quedarse ahí. Si se prolonga demasiado en el tiempo se convierte en limitante, ya que no permite aprovechar para el beneficio propio, la gran variedad que existe en el mundo. Es cuando se produce un bloqueo, uno decide no hacer nada, porque haga lo que haga encontrará en las consecuencias cosas a favor y cosas en contra. Y al haber depositado todo fuera, el criterio fuera es lo que hace que entremos en este estado de indefensión y no respuesta. Pero es que la realidad es así. Hablamos aquí de la relatividad, tanto del momento como de las consecuencias de la acción.


Si superamos la fase de desconfianza y vamos abriéndonos a las cosas que van viniendo, a la nueva información con una visión más crítica ( cuando digo crítica me refiero a NO conformista), abrimos el campo a múltiples posibilidades y es entonces cuando nuestra base está preparada para recoger aquello que le sirve o desechar aquello que no le sirve.


Como ya he dicho es un buen momento, porque no nos queda otra que recoger información que esté acorde con nosotros mismos, que dependa más de nuestras necesidad y menos de factores externos.


El mecanismo lo hacemos en nuestro día a día, cuando vamos a comprar no nos encontramos un único producto. No nos encontramos con un único bote de tomate, sino con muchos, con una gran variedad de recipientes diversos; distintos colores, formas, tamaños, ingredientes, precios. Conseguir un bote de tomate puede ser toda una aventura si nos leemos las propiedades de todos, miramos los distintos botes, prestamos atención al fabricante, de dónde viene y un largo etc. Y si ya queremos saber más en cuanto a las propiedades, puede incluso que se nos olvide que hemos ido al súper a comprar un bote de tomate (pérdida de meta).


Algo tan sencillo como comprar un bote de tomate puede llevarnos horas. Horas que se acortan si ya vas con una idea en la cabeza, ya sea por el precio, la marca o cualquier otra criterio.

Pero imagina que es la primera vez que vas a comprar un bote de tomate y no tienes ninguna preferencia de uno sobre otro. Te pones a mirar marcas, precios etc…… Al final lo que hacemos es comprar el que elegimos después de horas de investigación , lo probamos y si nos gusta repetimos y si no probamos otro.


¿Era necesario invertir todo ese tiempo en la elección? Pues depende, de la necesidad de cada uno.

Uno puede elegirlo por la forma, otro por los ingredientes, otro por el precio……

¿Cuál es mejor? Pues depende para que lo quieras cocinar, o del precio que busques.

¿Son todos botes de tomate? Si, aun siendo una misma cosa, lo diferente que puede llegar a ser.


Existen tantas opciones que puede que se nos olvide que queríamos, incluso puede que después de estar tanto tiempo mirando, nos vayamos con las manos vacías, gracias a la indecisión y cansancio que conlleva barajar todas las posibildiades. Este bloqueo es lo que ocurre actualmente.

Si a esto le sumas que después de haber estado una hora eligiendo un bote, llegas a casa y te enteras que la empresa donde lo compraste comete actos que ponen en tela de juicio el trato al trabajador o la calidad del producto ya aparece la indignación. Eso siempre que hayas sido valiente y hayas conseguido elegir uno. Llega un momento que elijas lo que elijas o hagas lo que hagas encontrarás algo que no te apoye o que cuestione tu elección.


Aquí entra la fortaleza y confianza en uno mismo, el saber qué le llevó a elegir eso que eligió y no castigarse por ello. Si después te viene información que te resulta relevante como para cambiar tu decisión, estupendo! Flexibilidad ante todo!, pero como ya hemos entrenado ese pensamiento crítico horas en el súper, ahora nos cuesta menos discernir qué es mejor. Digamos que hemos fortalecido las conexiones neurales y el circuito que nos ayuda en esta toma de decisiones. Éste es el continuo aprendizaje de la vida y de la formación del ser.


Conclusiones;

Invertir tiempo en aumentar el conocimiento no es una pérdida de tiempo, nos ayuda a que nuestra capacidad de análisis, deducción e inducción sea más precisa.

Es necesario entender que para tener una visón más real y acorde, tenemos que romper ideas y pasaremos por momentos de indiferencia, negación, bloqueos y desconfianza. Son distintas fases de un proceso que debe ser elaborado.

Son procesos necesarios para construir nuestra identidad, si no hemos recibido esto durante la etapa educativa, la vida nos lo enseñará como está pasando ahora.

Que todos somos científicos y que tenemos que aceptar que una idea defendida durante años puede caerse , y eso no significa una pérdida de la identidad. Significa que estamos abiertos a nuevas y mejores ideas.

Aferrarse al NO cambio, es estancarse en una vida que fluye y cambia constantemente, es dejar que el agua se estanque y aparezcan una fuente de infección.

Que hay algo que no cambia y son los procesos globales, todo lo particular está determinado e influenciado por la relatividad. Pero el bote de tomate siempre será un bote de tomate.

Que para poder evolucionar es necesario comprender los procesos en su totalidad, si sólo observamos las consecuencias a corto plazo del mismo, nos costará más entender qué viene después, aceptar las cosas como parte del proceso y adaptarnos al mismo

Que la desconfianza es necesaria para crear una autentica confianza, pero hay que darle su protagonismo justo en el proceso, si le damos más estaremos perdiendo oportunidades en la vida.

Esto es, tomar cierta perspectiva de las cosas no significa que te desvincule de las mismas, sino que es necesario para poder acercarnos a ellas de una forma más sana y equilibrada.


Que todo es cíclico y que los cambios son necesarios.

22 visualizaciones0 comentarios
Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page